En estos días, compartí unas palabras con unos viejos amigos con los cuales tenía tiempo que no veía, y deliberamos del asunto de la política acá en Venezuela un poco álgido les pregunte al que maneja, lo siguiente: ¿Tú te has comido la luz del Semáforo? y me respondio: Si y se echo a reir..... Como siempre mis explicaciones las comienzo desde lo micro hasto lo grande.
Le dije, que en primer lugar, allí ya había empezado a fallar, con cara de consternación no entendía lo del semáforo con la política y le explique. Le argumente que desde estamos en el uso de nosotros como ciudadanos o sea, desde que nuestros padres ya comienzan a dejarnos ir solos a la calle y a compartir más con "el medio exterior" ya comienza la étapa de ser nosotros mismos y de lo que nuestros padres nos han enseñado en casa.
Si yo, como conductora de un auto me como una luz del semáforo ya allí comienzo a faltarle el respeto a las normas y a las leyes, y que de paso le enseñamos a nuestros hijos a hacerlo, ya allí estamos fallando como ciudadanos dejando ver a nuestros chamos que eso es "normal" y que por lo tanto el debe repetir este modelo equivocado de accionar ciudadano.
Además, si mi hijo me ve arrojando una basura a la calle, con ¿Que moral le dire más adelante que no lo haga? y allí comence a explicarle que el problema de que sí hay o no hay revolución no es si Chávez, Maduro o Capriles gobiernen, es que nosotros como ciudadanos no tenemos consciencia colectiva.
Ay!!!! Desde que tenemos la maldicion negra, llamada petroleo nos han quitado gran peso de responsabilidad hacia nuestra patria. No hay moral, no hay ética, creemos que el papá gobierno debe darme todo y que no debe reclamar nada. Las leyes se las pasan por el palto y de paso se burlan y se aprovechan de las facilidades para crear a partir de allí "economías paralelas" que nada fortalece a Venezuela.
Y es que sorprendentemente que aún a estas alturas existan personas que no cabalguen en el asunto ético de ser buenos ciudadanos, les cuento una anecdota: un dia jueves me dirijo a una estación de radio a hacer un programa en el mismo, pero me traslado en un autobús para llegar. Observo una madre un poco joven, y a dos niños uno como de 10 y otro como de 5. Llama la atención que el mas pequeño quiere ir del lado de la ventana, en su mano sostenia un vaso el cual se dispuso a arrojarlo para la calle. Yo, asumo en llamarle la atención, pero fue un acto de intuición, y le explique al niño que no lo debía hacerlo para que la ciudad no se ensuciara. Su madre, volteo a verme creía que me humillaría, sin embargo, no fue así. Pero surge una sorpresa: el niño de 5 años me dice: Calla!!!!!!!
Quede perpleja, jejejeejjee, ¿Un niño de 5 años me manda a callar la boca? No dije nada. Creo que me pusieron a comer la luz a mi también, asumí que el regaño infantil que recibí era un pretexto perfecto para crear esta entrada en mi blog.
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