viernes, septiembre 05, 2014

¿DONDE CONSEGUIRÉ TU AMOR INCONDICIONAL?



A 7 meses de tu partida aún hay recuerdos que comparto día a día en mis pensamientos. Es difícil aceptar que una persona tan especial y tan incondicional como tú, haya partido. Te cuento que te he tratado de buscar, me pasee por un cosmos de opciones, gire por el amor a la humanidad, a los amigos, a los familiares y hasta al trabajo, y te confieso que de tu amor incondicional no conseguí nada, entonces decidí pasear por mi "Yo" para ver si así lo conseguía y mi sorpresa fue en caer en mis largas y pensantes noches de tu vida.

Te confieso que te busque en los ojos de un niño y allí tampoco estabas, debo preguntarte de nuevo: ¿Donde conseguiré tu amor incondicional? y por fin después de tantos tropiezos me dije: solo cuando mi alma navegue en la eternidad, es allí donde volveré conseguirme con tu amor incondicional.

Aún recuerdo tus esperanza de verme, la ansiedad de un "domingo" conmigo estalla en mis pensamientos a cada momento, tus pellizcos repentinos, tus aplausos al verme llegar, tu grandes gritos de cariños, canciones cantadas a dúo, tantas miles de vivencias que recuerdo de ti, que aún hoy sigo sacando y sacando de mis pensamientos.

Verte partir sin decirme un "te quiero" es desolante para una persona que se queda pensando como yo: ¿Donde conseguiré tu amor incondicional?, y vuelve la liturgia de mis experiencias contigo, cuando naciste  allí estabas, con un cuerpo que no cumplía todas sus funciones pero con una sonrisa enorme que enamoraba como mil canciones, y descubrí lo grande y hermoso que puede ser la sonrisa de un niño en tu condición. Con el tiempo me adapte a la idea de que no podías caminar, debo confesarte que muchas veces soñé verte reír porque caminabas, era mi anhelo a pesar de que por dentro no había esperanzas, y terminaba mi sueño en un poco de lagrimas al saber que nunca lo harías.

Descubrí que en tu amor incondicional, cabían muchas personas, ¿sabes cuándo lo descubrí? el día que te marchaste, vi pasar a tus maestras con ojos llorosos, pidiendo a gritos con sus pensamientos que ese cajón de madera no fuese tu última morada, cuando las vi posarse encima de tu vidrio del cual nos separaba en ese momento, sollozas estaban y murmuran palabras de amor para ti, allí en ese preciso momento descubrí: que tu amor incondicional no era solamente para mí. 

No puedo explicar con sencillas palabras, las conclusiones más humanas que tuve para ti, son miles de lagrimas que nos hiciste derramar en esa despedida e iba digiriendo el sabor de la separación inevitable, de esa que es física de esa que los seres humanos de este lado de la tierra, no sabemos manejar porque la ida definitiva de un ser nos pone a carecer de sobriedad emocional y nos hace arrodillar ante un mar de lagrimas y de desconsuelos. Muchas veces acompañados de golpes de pechos, pensando a sí mismo: ¿Te habré querido bien en tu corta vida? No sé, aun no sé, si el amor que te di y que te sigo dando puede ser directamente proporcional a la vida que tu nos diste como lección.

Te dibuje con mis dedos, en silencio en ese vidrio de exhibición del cual no saliste mas, te dibuje mil veces, la sombra de mis dedos bordeaban tu cara, esos mismos que muchas veces compartimos con alegría y emoción cuando aun en tu piel había calor. Te dibuje alas, para volar en el cielo, no sé de donde se me ocurrió, te imagine saltar de nube en nube alegre por fin, contenta de ser libre, y nosotros aquí llorando egoístamente tu partida, debo confesarte que a veces te siento.

Debo confesarte que en un momento de pasión en una lectura de libro, en la experiencia de algún diseño, salta tu rostro a mi mente y me devuelve la desesperanza de aquellos instantes en las que tuvimos que abandonarte en aquel frío y desolado terreno.


Me hiciste pensar de la vida, y no sabes cuánto te agradezco que lo hayas hecho. Me hiciste reflexionar de que muchas veces debemos gritar los "te quiero" y no guardárselos en un escombro de orgullo, nos diste un antídoto de amor y cariño, a veces la soledad nos pone pendejos, y salta tu sonrisa incondicional agarrada de una nube, de esas en las que juegas, en esas en las que nos observa y nos ves como nuestros ojos se inundan de cariño por ti, solo quiero con esto decirte que te quiero!!! Que tu amor incondicional lo diré y lo pensare todos los días por el resto de mi vida, que de tu amor incondicional la sonrisa mágica de un niño feliz, que de tu amor incondicional aprendí los mil te quieros que siempre guardabas para mí, la inmensa alegría, el relajo de tus brazos y el cariño de tus besos, el grito de mi nombre que aun recuerdo saliendo de tus labios de esos que nunca me dejaron de querer a pesar del tiempo y la distancia.

De tu amor incondicional, guardare todo eso. Nunca marchitara de mi parte el recuerdo de tu existencia, las lecciones de sonrisa a pesar de la incomodidad en la que vivías, te prometí no llorar, pero a veces esas madrugadas traicioneras me  llevan a tus nubes viajeras y me envuelven en la ansiedad de verte de nuevo, así sea un ratico, del cual nunca me despegaría. 

Negra bella, A 7  meses de tu partida!!

Liliana Molina

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